Trabajar en un mismo edificio
En primer lugar, nos sorprende la baja eficiencia que existe cuando dos personas trabajan en un mismo edificio pero en plantas diferentes. Este fenómeno tiene una explicación lógica: cuando dos personas se encuentran tan próximas no establecen procesos de comunicación, control y coordinación. El proyecto se realiza mediante comunicación informal y al existir una distancia física (aunque muy pequeña) la eficiencia del trabajo disminuye considerablemente
Trabajar en diferentes puntos del país
En el otro lado de la balanza, nos encontramos con los equipos dispersos que se encuentran en una misma ciudad o país que son los más eficaces y eficientes. Esto es así ya que, al existir una distancia considerable, los responsables del proyecto se preocupan por organizar las tareas y fijar reuniones de control periódicas.
Dispersión intercontinental
Por último, podemos observar como la eficiencia y la productividad vuelven a disminuir cuando existe dispersión geográfica entre diferentes continentes. Uno de los grandes motivos es la diferencia horaria aunque, si somos inteligentes podemos transformar esta debilidad en una fortaleza ¿Cómo? Pues coordinando dos equipos de trabajo para duplicar nuestra productividad, si contamos con trabajadores a los dos lados del charco podemos duplicar las horas diarias de trabajo en el proyecto.
Si algo podemos concluir de estos datos, es que la pieza clave para que cualquier proyecto tenga éxito es la coordinación. Establecer procesos de comunicación y control del trabajo nos ayudará a ganar eficiencia y evitar duplicidades. Si todo este engranaje funciona con exactitud la dispersión geográfica no es un problema, sino una gran ventaja.
¿Te hemos convencido? ¿Te animas a formar tu propio equipo virtual? Pues desde Nubelo te recomendamos la lectura de La empresa Híbrida de Francesc Font, te dará las claves para gestionar tu equipo a pesar de la dispersión geográfica.