Hace más de 20 años, el profesor estadounidense Joseph Stiglitz ganó el premio Nobel de economía (2001). Quizá usted, como muchos otros, no tenga idea de quien es este señor. Pero le garantizo que sus teorías le serán familiares si está acostumbrado relacionarse con clientes.
La teoría que a Stiglitz le valió el Nobel es la de la "Asimetría de Información". Realmente voy a evitar abrumarlo con toda la parte técnica sobre este tema. En resumen hablamos de asimetría de la información cuando una de las partes involucradas en una relación de negocios cuenta con más conocimientos de la transacción que la otra.
Seguro que ha usted le ha pasado. Recuerda haber hablado con algún cliente, haber llegado a un acuerdo que en principio los beneficiará a ambos, para descubrir que en realidad uno de los dos tenía una ventaja sobre el otro. Quizá el cliente sabía que el trabajo que el encargó llevaría mucho más tiempo del que usted había calculado. Ambos fijaron un precio y cuando llegó la hora de la verdad usted se dio cuenta de que debería haber exigido un presupuesto mayor.
¡Pues bien! La comunicación se logró, la operación se cerró, usted trabajó, le pagaron por el trabajo realizado pero, al finalizar la transacción, usted se dio cuenta de que si hubiera tenido toda la información hubieran hecho la operación de una manera muy diferente.
Si le ha pasado esto, entonces debe prestar importante atención a la posibilidad de que el cliente y usted no se están comunicando eficientemente. Atender a esta realidad, le permitirá descubrir los errores en el planteamiento del proyecto y convertirse en un gran comunicador y conciliador de intereses. La clave está en resolver una primera gran dificultad: ¿Qué es lo que realmente quiere mi cliente?
Desde Nubelo queremos animar tanto a los freelance, como a las empresas que los contratan, a definir muy bien los requisitos de sus proyectos. Una buena comunicación es la base de un trabajo exitoso.